609 288 966 David García
606 921 757 Juanma Lloret
Muchos creen que el pladur es un material nuevo, porque su uso recién empezó a masificarse en los últimos años, y sigue siendo una opción bastante resistida en comparación con otros materiales (especialmente, el ladrillo). Sin embargo, su origen se remonta a fines del siglo XIX, y es mucho el tiempo que pasó hasta que pudimos empezar a utilizarlo para hacer reformas en nuestro hogar.
Como sabemos, el pladur consiste en una placa de yeso recubierta por dos láminas de celulosa. El yeso es homogeneizado, calcinado y molido hasta que se obtiene un polvo que se mezcla con agua y aditivos; esta sustancia final es la que se utiliza para elaborar las placas. La primera vez que se fabricó una placa a partir de este proceso fue en 1890 en la New York Tar Chemical Company. Desde sus orígenes, su aplicación principal fue la realización de obras de tabiquería y falsos techos en seco. De hecho, en inglés este material es conocido como drywall.
Poco después, en Pomproc, New Jersey, se dio inicio a la producción en serie de las placas, que tuvieron gran aceptación en todo Estados Unidos y en Canadá. En 1900 se produjeron alrededor de 47 millones de metros cuadrados.
El pladur se difundiría en Europa años después, desde la instalación de la primera fábrica de cartón-yeso del Viejo Continente en Wallasey, Inglaterra, en 1917. El Reino Unido y los países escandinavos serían los primeros en conocer sus beneficios. La expansión continuó en Francia, que estableció su primera fábrica en 1948 y exportó las placas a los países de Europa central.
En 1978, la empresa Uralita (establecida en 1907) dio origen a la Compañía Española de Placa de Yeso, produciendo las placas bajo el nombre comercial Pladur, que significa, justamente, “placa de Uralita”. Sin embargo, por extensión se conoce popularmente con ese nombre a las placas de cartón yeso sin importar su marca, ya que otras empresas, como la alemana Knauf y la francesa Placopatre, también distribuyen productos similares.
Cada vez más personas eligen el pladur para realizar reformas en su hogar. Las placas de cartón-yeso ofrecen grandes prestaciones y una serie de ventajas sobre otros materiales más tradicionales. Por ejemplo, el ladrillo.
El pladur permite realizar reformas en menos tiempo y a un coste menor. También ofrece una variedad mayor: hay placas de varios espesores, ignífugas, resistentes al agua y especiales para aislamiento acústico. Ofrece un acabado prácticamente perfecto: una superficie lisa y blanca lista para pintar. Sus aplicaciones son muy variadas e incluyen la construcción de muebles, tabiques y falsos techos.
Además, las construcciones de pladur son más livianas que las de ladrillo. También facilitan en gran medida el montaje de instalaciones eléctricas y pluviales. Otra ventaja es que la construcción es más limpia y se realiza en seco. Deja un volumen de escombros mucho menor.
Los tabiques de ladrillo suelen presentar problemas a la hora de instalar sobre ellos algún elemento pesado; al taladrar es posible romper algún azulejo. El pladur puede ser menos resistente pero no presenta este problema.
Por último, el pladur también es mejor con respecto a la escayola debido a que no se desgasta tan fácilmente por el paso de los años.